¿Alguna vez has aparentado algo que no eres o que no sientes, por quedar bien con otra persona? Quizá vas a decir que sí pero pocas veces; el problema es que algunos lo convierten en un modo de vida que termina por destruir su autoestima.
Esta tragedia ocurre porque nos sentimos presionados por complacer a los demás, para ser aceptados y admirados. Hoy quiero hablarte sobre este tema de “dejar de ser”, pues debemos entender que es imposible complacer a todos los que nos rodean. En pocas palabras, trataremos a detalle lo que es la presión social y cómo debes frenar que influya en tu vida.
Siempre habrá alguien que pregunte por tu pareja, por tus hijos, que critique si se portan bien o no… todo con base en ideas de lo que la sociedad considera correcto. La presión social está presente desde que naces hasta que mueres, y eso no quiere decir que debas obedecer todos esos modelos, pues seguirlos hará que te olvides de tus propios sueños.
Aquí algunas sugerencias para que te guíes por la voz de tu corazón y no por la de los demás:
1.- Toma las cosas de quien vienen
Hay quienes se la pasan criticando su entorno porque no son felices con su vida y quieren que todos sientan lo mismo que ellos. La realidad es que son tan infelices, que así estuvieran frente a las maravillas del mundo una sonrisa no podría dibujarse en su rostro.
Toma las cosas de quien vienen. Esa persona que tanto te critica o que tan mal te hace sentir, ¿es un ejemplo a seguir? La respuesta dará paz a tu ser.
2.- Deja de buscar la perfección
Debemos estar conscientes de lo que podemos hacer y de lo que no se nos da tan bien. En ocasiones creemos que si somos perfectos seremos agradables a los demás, pero siempre encontrarán algo que criticar y, sobre todo, lo perfecto no existe.
Deja de presionarte por llegar a niveles lejanos de la realidad. Acéptate como eres y todo te será más fácil.
3.- Celebra tus logros
Reconoce tu esfuerzo y tus méritos. Valora el tiempo que has invertido en eso y disfruta las recompensas. No necesitas que alguien más lo reconozca ni presumirlo a quienes han tenido menos fortuna, simplemente haz lo que te haga feliz y disfruta cada momento del proceso.
4.- Escucha a la gente que realmente te aprecia
Así como hay personas que se desviven criticándote, hay otras que buscan verte feliz y te ofrecen consejos, palabras de ánimo, te escuchan y te ayudan a alcanzar todo lo que deseas pero que ves muy lejos.
Quien te quiere ver feliz no te criticará sino que te dará sugerencias para mejorar, y sentirás que sus palabras te hacen sentirte mejor.
5.- No seas parte de la corriente
Me refiero a que no seas parte de chismes o de críticas a otras personas. Muchas veces pensamos que actuar igual que la gente tóxica que nos rodea evitará que seamos blanco de sus ataques, pero basta que demos la espalda unos segundos para que también hablen mal de nosotros.
Predica con el ejemplo: si estás en un lugar donde empiezan a criticar o a decir chismes, guarda silencio y si es posible, aléjate. Esto quitará poder a las acciones de esas malas personas.
6.- Agradece
Terminar tu día agradeciendo lo bueno que pasó en él te ayudará a tener mejor ánimo, verás que los malos momentos también son parte del paisaje pero no lo más importante.
Esto dará más peso a tus logros, descubrirás que las críticas que recibiste no tienen el poder que pensabas, y que eres mucho mejor que todo eso.
7.- Analiza y valora las lecciones de la vida
Los malos momentos dan balance a lo que haces, y las buenas experiencias te hacen sentir invencible. Pero recuerda que ambos te enseñarán algo.
En el caso de las críticas, aprenderás a filtrar amistades, a tomar las cosas de quien vienen, y llegará un punto donde esos ataques no podrá lastimarte porque sabrás cómo protegerte de ellos.
Me despido con una sugerencia: trabaja en tus pensamientos y construye una personalidad fuerte. Recuerda lo que decía el gran Don Quijote de la Mancha: “Deja que los perros ladren, Sancho amigo, es señal de que vamos pasando.”
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